Hay muchas razones para estar estresado a medida que se acerca la temporada navideña. Están los regalos que comprar cuando las estanterías están abarrotadas de gente, la crisis económica que te obliga a reducir tu presupuesto navideño, los posibles conflictos familiares que gestionar, el hecho de encontrarte solo por primera vez… Y sin embargo, socialmente , la Navidad se vive como una celebración familiar.
Tienes que saber ignorarlo, no dejarte abrumar por toda esta emoción y aprender a reenfocarte en ti mismo.
• El primer ejercicio: El “bombeo” se practica cuando la presión sube, para eliminarla rápidamente y liberar los músculos trapecios.
Haga esto tres veces seguidas y permanezca en silencio durante unos minutos al final del ejercicio.
• El segundo ejercicio: “la burbuja” es para practicarla cuando sientas que necesitas protegerte, no dejarte abrumar por toda la agitación ambiental, crear un espacio a tu alrededor para alejarte del estrés. Puede realizarse, diariamente, de forma preventiva, durante las dos semanas que preceden a la Navidad.